Residencia Jorbalán (Oviedo)

Leyendo las dos críticas que hay en este página sobre la Residencia Jorbalán, es lógico encontrarse contrariado, pues son totalmente opuestas. Al igual que mis compañeras "Rosa" y Teresa, yo también me alojé en esta residencia durante el curso 2015/2016, y conociendo a ambas, no me sorprende en absoluto la opinión de cada una. Yo desde luego me sumo a la opinión de Teresa, una chica educada y bien integrada en el ambiente de la residencia. Si lo que buscas es dedicarte plenamente al estudio y no preocuparte por hacer la compra, cocinar y otras labores del hogar, la Residencia Jorbalán es un lugar idóneo. Voy a argumentar mi experiencia punto por punto y espero que si estás buscando alojamiento en Oviedo, te sea de utilidad: - LOCALIZACIÓN: creo que es uno de los puntos más fuertes de este lugar, pues desde la puerta de mi habitación hasta la del Seminario donde se imparten las clases tardaba cada día unos 5 minutos. Cuando dedicas 12h al día al estudio, se agradece perder el menor tiempo posible en desplazamientos. - HABITACIONES: son austeras y no voy a negar que les vendría bien una reforma para darles un aspecto más moderno, pero desde luego tienen todo lo necesario para el estudio. Están amuebladas con los básicos de estudio, pero algunas nos llevamos nuestra propia silla, perchero, mueblecito de cajones, etc. Alguna compañera hasta tenía una Nespresso en la habitación :D Por supuesto se nos permite cambiar la disposición de los muebles a nuestro gusto. Todas las habitaciones tienen baño individual con polivan. - LIMPIEZA: como ha dicho Teresa, la limpieza de zonas comunes es intensiva y diaria. Además se agradece que las encargadas de la limpieza siempre traten de hacer el menor ruido posible. La limpieza de las habitaciones corre a cargo de cada residente, proporcionándonos en la residencia los útiles de limpieza. - COCINA: la residencia cuenta con dos expertas cocineras que siempre trataron de agradarnos con su comida. Recuerdo haber comido menos cantidad algún día y que se me haya acercado una de las cocineras a preguntarme si quería que me preparasen otra cosa por si no me había gustado la comida. Diría que en mi curso se tuvieron demasiadas contemplaciones con los gustos de algunas compañeras, que dudo que se tengan en su propia casa. Incluso tuvimos una residente musulmana a la que se le cocinaba y servía todo en recipientes separados y sin productos derivados del cerdo. Si esto no es tolerancia y predisposición para que estemos cómodas, que baje Dios y lo vea. En cuanto a la dieta, es equilibrada y bastante variada: desde ensaladas hasta comida típica asturiana. No he visto a nadie que pasase hambre, y yo misma he podido repetir algún plato si he querido. Además, hacen tarta casera el día del cumpleaños de cada residente durante esos 7 meses, con velas y "cumpleaños feliz" incluido. Y por si fuese poco, en el comedor hay disponibles 3 neveras y 2 armarios para que guardemos la comida que queramos comprar cada una. - TOLERANCIA: en el Jorbalán se fomenta la tolerancia en todos los aspectos. Por primera vez, el curso pasado nos alojamos opositoras de diferentes ramas de las ciencias de la salud (médicos, enfermeras, biólogas y químicas), lo que le dio diversidad a las conversaciones durante las comidas. En cuanto a la religión, la residencia pertenece a las Adoratrices, que viven en el último piso del edificio. Se celebra Misa diaria y las residentes tenemos la opción de ir. Por supuesto no se exige ni siquiera se pregunta la fe de cada una. En mi curso hubo chicas católicas, agnósticas e incluso una musulmana, como he mencionado antes. No solo se respeta cualquier confesión, sino que se favorece el espacio personal de cada una. He decidido escribir estos parrafazos porque me parece muy injusta la crítica de "Rosa". Cada una tiene su experiencia y opinión, pero si te estás planteando la Residencia Jorbalán, me gustaría que tuvieses en cuenta que esa crítica en absoluto se ajusta a la realidad. Todas las compañeras conseguimos sacar buen rendimiento al estudio y, si bien es cierto que en una casa donde conviven 30 mujeres nerviosas por una oposición pueden surgir pequeñas discusiones puntuales, conseguimos tener un ambiente de estudio agradable y cordial (y la que no lo consiguió, tuvo que irse fozosamente de la residencia 2 meses antes... ahí lo dejo). Creo que queda claro que yo también guardo muy buen recuerdo del Jorbalán, y me consta que no soy la única. La mayoría de las chicas con las que compartí esos intensos 7 meses hemos tenido éxito en el MIR, conseguimos la plaza que queríamos y actualmente recordamos nuestra vida en Oviedo con gratitud y cariño. GRACIAS

Desde mi punto de vista, la residencia Jorbalan es un lugar humilde, acogedor y de inmejorable localización donde vivir los meses del MIR. Las hermanas, que a pesar de su edad (la gran mayoría), se desviven para que esté todo a nuestro gusto; las habitaciones, con todo lo necesario; las zonas comunes se limpiaban todos los días; la comida, típica de residencia, suficiente (yo no vi a nadie que se quedara con hambre) y buena (aunque todo depende de las exigencias y del paladar de la residente). Yo estuve en el 5 piso, con vistas de todo Oviedo, inmejorable. No escuchaba más que el "Asturias patria querida" tocar cada hora, y cuando era hora de entrada o de salida de clases y yo seguía estudiando, me ponía tapones y listo. Sólo decir que yo tengo muy buen recuerdo en general y que el mejor de todos ellos, sin duda, son las monjas y compañeras que con una sonrisa permanente, o una buena palabra, me ayudaron a que esos meses fueran mucho más llevaderos. GRACIAS.

La Residencia Jorbalán es una residencia de calidad pésima y de trato humano deplorable hacia las estudiantes. Mi experiencia fue que viví allí 5 de los 7 meses de preparación del examen MIR, ya que la estancia allí se hizo insoportable. Vayamos por partes; por un lado, la comida que se ofrece es de malísima calidad y de cantidad insuficiente (más de una vez ha faltado comida y no se podía repetir plato) e incluso en mal estado (varias compañeras han tenido cuadros de gastroenteritis sin haber ingerido nada que no fuese la comida de la residencia), la limpieza de las zonas comunes (sala de estudio y demás) brilla por su ausencia y, señoras y señores, lo más lamentable es que, siendo una Residencia de Opositoras, no se garantice el silencio para el estudio ni el descanso nocturno. Finalmente, la Superiora es una persona sin palabra ni autoridad, caracterizada por el cinismo, que no resuelve ningún problema si se presenta el caso. En definitiva, la Residencia Jorbalán es el último lugar en el que me alojaría.