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Qué llevar a la Universidad cuando sales a estudiar fuera

Chicos con cajas de mudanza

Por Redacción 11 de Febrero, 2024

Cuando estudias fuera, hay que estar preparado para situaciones inesperadas. Antes de llenar la maleta, tienes que preparar una lista para no olvidarte de cosas que te pueden sacar de un apuro.


Lo primero, antes de que salgas corriendo a gastar dinero, conviene hacer un poco de planificación. Coge papel y un boli, o un ordenador si lo prefieres, y haz una lista de todas las cosas que crees que vas a necesitar o quieres tener contigo.

Si nunca has vivido por tu cuenta, habrá muchas cosas que no se te ocurran. Por eso es importante complementar tus ideas con las de otra gente. Una fuente excelente son los estudiantes universitarios que puedas conocer.

Para que no te estreses, te diré que es imposible que tu lista sea completa. Siempre hay algo que se te olvida meter en la lista, o que no te das cuenta de que te hace falta hasta que la necesitas. No te preocupes. No hay nada que no podrás conseguir estando fuera, pero cuantas más cosas preveas mejor. Primero, muchas veces las puedes obtener más baratas en tu pueblo o en tu barrio. Segundo, el día que llegas vas a querer pasar el tiempo conociendo a tus nuevos compañeros, no de compras porque se te olvidó traer sábanas.

Una nota más para cuando estés haciendo tu lista. Si vas a compartir una habitación o un piso, y sabes ya con quién, coordina con ellos. El espacio que tenéis probablemente va a ser pequeño, y hay algunas cosas como televisiones, mini-neveras, vajilla etc. que con que lo traiga uno basta.

Pongamos que has terminado de hacer tu lista. Tanto pensar en tu nueva vivienda probablemente ha despertado unas ganas que no veas de comprar cosas para llenarla. ¡Espera! Seguramente muchas de las cosas de la lista ya las tienes en casa. Busca en tu cuarto y en el resto de la casa. Habla con tus padres. Quizás hay una vajilla en una caja en el trastero que te pueden dejar. ¿Hace falta que compres esa silla inflable tan chula que viste en una tienda, o el sillón del sótano te podría servir? Ve marcando en tu lista las cosas que tienes en casa. Una vez que has dejado la casa patas arriba, es el momento para ir de compras para adquirir las cosas que todavía te faltan. No esperes a la semana antes de mudarte, o tendrás que pelear en las tiendas con todos los demás estudiantes que, como tú, han dejado todo para el último momento.

Las cosas menos pensadas
Algunas cosas son obvias, todo el mundo necesita toallas, por ejemplo, y sábanas (¡infórmate del tamaño de la cama antes de comprarlas!). Pero hay otras cosas no tan obvias que pueden ser muy útiles si no imprescindibles. La siguiente lista no es ni mucho menos exhaustiva, pero quizás te da algunas ideas:

  • Ladrones – no sabes cuántos enchufes vas a tener ni dónde van a estar.
  • Neceser - para llevar tus cosas al baño o a la ducha. Ahí cabe todo, y es fácil de lavar.
  • Linterna y pilas – por si las moscas.
  • Sandalias – para la ducha. Especialmente recomendables si vives en una residencia con duchas comunitarias.
  • Funda nórdica – Muy calentita, cómoda, y con sólo enderezarla la cama está hecha.
  • Manta de repuesto – por si hace mucho frío en invierno, o para el invitado al que le toca el sofá.
  • Saco de dormir – para cuando los invitados son más que la suma de camas y sofá
  • Archivador pequeño – descubrirás que las universidades son burocráticas, y las burocracias generan muchos papeles: matrícula, formularios, encuestas, noticias, cartas oficiales etc. Además tendrás papeles propios: facturas, documentos médicos, cartas de tus abuelos. Si no quieres perder 40 minutos cada vez que tienes que buscar un papel, el archivador es clave.
  • Candado – para la taquilla del gimnasio, o para proteger las cosas que corren más riesgo de “desaparecer”, como tus patatas fritas.
  • Corcho y corchetes – para notas, papeles que aún no has metido en el archivador, fotos de casa, y mil cosas más.
  • Nevera pequeña – Es posible encontrar una de segunda mano por unos 50 euros. Útil para bebidas, también para guardar esos bocadillos que te has llevado de la cafetería para luego.
  • Herramientas – martillo, clavos, destornillador, alicate, llave inglesa, cinta de embalar, pegamento, metro, cutter, rotulador. No lo dudes, habrá situaciones en que tendrás que descubrir el MacGyver que llevas dentro.
  • Tapones para los oídos – Confía en mí, los usarás más de una vez.
  • 4 ladrillos de hormigón – Una para cada pata de la cama. ¿Lo estás viendo? Como por arte de magia has duplicado el espacio para guardar cosas debajo de la cama.


Igual que las sábanas, a poca gente se le olvida llevar su ropa. Pero elige, probablemente no hace falta traer absolutamente todo lo que tienes. Cuenta con que vas a tener un armario microscópico. Trae sobre todo ropa informal y cómoda, y recuerda que siempre puedes recoger más ropa estacional o de vestir si hace falta cuando vuelvas a casa a ver a tu familia.

Tu casa fuera de casa
Por último, no olvides llevar algunas cosas de valor sentimental para decorar tu habitación. Dejar atrás a tu familia y tus amigos para estudiar fuera es una transición que puede ser difícil. Tener contigo fotos de amigos y familia, algún cartel que decoraba tu habitación en casa, tu peluche favorito, o algunas plantas ayudará a que tu habitación sea menos habitación y más hogar. No te sentirás tan lejos de casa, y hará que cualquier sentimiento de nostalgia que tengas, muy común en las primeras semanas, sea más llevadero.

Comentarios

Gracias por este artículo, estoy bastante estresada con lo de irme a estudiar fuera, pero este artículo me ha ayudado. ¡Por lo menos ya no se me olvidarán los tapones! Pero... ¿es que debo preocuparme por si mis compañeras roncan?!