Residencia de Estudiantes Bitacora (Vigo)

Estuve dos años viviendo en esta residencia y, sinceramente, no tengo palabras suficientes para agradecer todo lo que han hecho por mí. Llegué con 17 años, un poco perdido y con mil dudas, y me voy con 19, sintiéndome como si dejara una segunda casa. Marité es una persona increíble. Siempre pendiente de todo, cuidándonos como si fuéramos sus propios hijos. Cuando alguien estaba enfermo, ahí estaba ella con comidas especiales, preguntando cómo estábamos y dándonos ese cariño que tanto se agradece cuando estás lejos de casa. Alfonso, el dueño, siempre tenía un rato para hablar. Con él era fácil echar unas risas, compartir alguna historia del día o simplemente charlar un rato. Es de esas personas que te hacen sentir cómodo desde el primer momento. Y Jose, el cocinero… ¡un crack! Cocina de maravilla, con ese toque casero que tanto se agradece cuando estás lejos de tu familia. Se nota que le gusta lo que hace, y eso se refleja en cada plato. Lo que hace especial a esta residencia es el ambiente. Te sientes cuidado, acompañado, como si estuvieras en casa. Y eso, para mí, ha sido lo más importante. Me voy con recuerdos que me van a acompañar siempre y con un agradecimiento enorme a todos los que forman parte de esta residencia. ¡Gracias por todo lo que habéis hecho por mí!

Familiar y segura,en el centro de Vigo y bien comunicada con las universidades. Comida variada y casera ,limpieza. Todo genial

Buen ambiente de estudio y comida variada. No se admiten visitas

Residencia segura ,con buenas instalaciones y comida muy variada

Familiaridad y me siento muy agusto

Es mi primer año, y desde el primer día te hacen ser como en familia, son muy atentos y con un altísimo nivel de implicación, recomendable al 100%.

Residencia con mal servicio y con malas instalaciones.Quienes la llevan son personas incapaces de controlar a los estudiantes e incapaces de respetarlos.Nada recomendada,hay mejores residencias en el centro de Vigo